domingo, 28 de diciembre de 2014

Preguntas y respuestas que podemos esperar de ellos

preguntas que se pueden esperar

Hay que estar preparado para responder muchas preguntas y repetir los mismo conceptos muchas veces, porque durante los días y semanas siguientes a una muerte puede que los niños hagan las mismas preguntas una y otra vez de formas ligeramente diferentes.
Si hay algo que el adulto responsable no pueda responder es mejor ser sincero y decir que no lo sabe, explicando que la muerte es un misterio y que no se sabe todo sobre ella, pero hay que procurar buscar a alguien que sí pueda dar esas respuestas al niño.

§ ¿Cuándo va a volver?
   Hay que dejar claro que eso no va a ocurrir, que el cuerpo de la persona fallecida ha dejado de funcionar y eso no es reversible. Por eso la gente está tan triste, porque está muerto para siempre.

§ ¿Cuántos años tienes?
   Edad y muerte están conectados en la mente de un niño, y además no calcula bien qué significa “ser viejo”. Para él, cualquier persona por encima de los veinte años, incluyendo sus padres, es muy vieja.
Hay que hacerle entender que el abuelo era tan viejo que era el doble de viejo que mamá y papá.

§ ¿Tú también te vas a morir?
   Hay que explicar que todo el mundo se muere en algún momento, y que a veces hay accidentes o la gente se pone tan enferma que deja de funcionar, pero que la mayoría de las personas no mueren hasta que son muy, muy, muy viejos.

§ ¿Por qué tuvo que morirse?
   Estaba muy enfermo, de una forma distinta a cuando se ponen enfermos en la familia. Su cuerpo no funcionaba bien, y no podía luchar contra la enfermedad porque no era lo suficientemente fuerte por no funcionar bien, así que no pudo curarse. Algunas cosas no se pueden arreglar.

§ ¿Lo hice yo?
   Nadie hace que otra persona se muera (si hablamos de una muerte natural). Todo el mundo tiene que morir algún día y la gente muere porque sus cuerpos dejan de funcionar.
Analizando lógicamente los hechos se explica que no hay nada que se pudiese hacer para evitar la muerte de la persona fallecida.


 respuestas esperables

§ Agotamiento
Algunos niños, mientras intentan concentrar sus energías en intentar superar el dolor, se encuentran con que tienen menos energía disponible para otras cosas. Otras reacciones habituales son dormir mucho, perder apetito y apatía.

§ Dependencia
El niño presenta una necesidad extrema de apoyo, que es parte del estado de desorganización que suele acompañar al dolor. Es una forma de pedir ayuda al entorno.

§ Sentimientos de irrealidad
En ocasiones parece que lo ocurrido es parte de la vida de otra persona, que no es real.

§ Pánico
Miedo a que otra cosa terrible vaya a suceder u otros tipos de miedos (a quedarse solo por la noche…), los sentimientos que acompañan una muerte pueden desbordar a un niño. Sentir que es algo pasajero mientras se adaptan y ajustan a la nueva situación, encontrar esperanza en el futuro ,es algo que necesitan en estos casos.

§ Preocupación por el difunto
El niño encuentra recuerdos del fallecido en muchos sitios, y algunos de ellos desarrollan conductas propias de esas personas que ya no están para sentirse identificados con ellas y tener sensación de control sobre el dolor.

§ Hiperactividad

§ Comportamiento destructivo
Algunos niños, al reprimir sus emociones de dolor ante una muerte, o siendo incapaces de manifestarlas oralmente, intentan expresarse de forma física.

§ Regresión
Volver a comportamientos de etapas previas del desarrollo (no comer solo, no vestirse solo, 
llorar al ir al colegio...)





Espero que ayude. Y ya sabéis, si tenéis alguna duda o comentario, no dudéis en escribir en el espacio de comentarios o al correo! psicologiacreciendo@gmail.com


Higinia Fernández Peña
 www.psicologiacreciendo.com






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