viernes, 1 de agosto de 2014

¿Palo en el culo?

Durante gran parte de mi vida, incluyendo mis años de carrera y especialización, yo era una de esas personas que consideraban que darle un palo en el culo (o azote) a un niño en situaciones concretas no era malo, diciendo esa frase que seguramente habréis oído o incluso usado con las mismas palabras: "A mí me dieron alguno y no estoy traumatizada".

Varias cosas han pasado desde entonces. La que me abrió los ojos fue un voluntariado con niños con problemas, pero lo que terminó de cambiar mi forma de pensar fue comenzar a practicar la profesión. Porque quizá sea cierto y un azote no traumatice a un niño, pero...¿tiene alguna otra consecuencia? 

¿Alguna vez os ha gritado vuestro hijo?¿o pegado? ¿Por qué pensáis que lo hace?No es porque sea un niño agresivo, es porque ha aprendido que esa es la forma de hacer las cosas. Pensad si alguna vez habéis perdido los nervios y le habéis gritado, si soléis levantar la voz cuando os ponéis serios o enfadáis o si alguna vez le habéis dado un azote. El niño lógicamente ante esas acciones se asusta y se calla, pero además aprende que la mejor forma de conseguir que el otro se calle y obedezca es levantar la voz, gritar o pegar. 

Más de una vez he escuchado la misma queja en los padres. "Es que me grita cuando se enfada", y siempre he encontrado que esos padres precisamente suelen gritar cuando se enfadan. ¿Con qué cara podemos enfadarnos con nuestros hijos por gritarnos si nosotros hacemos lo mismo? Nosotros, que somos los padres, sí, pero que precisamente somos su ejemplo, somos la figura de la que aprenden cómo relacionarse y cómo actuar en cada situación. Un niño no sabe cómo debe reaccionar cuando se enfada, lo aprende de su entorno.

Mi primera reflexión, pues, fue que puede que no los traumaticemos, pero sí les enseñamos a ser agresivos y a solucionar las cosas con golpes. 

Mi segunda reflexión era una pregunta: ¿Es necesario pegar?¿No se puede conseguir el mismo resultado de otra forma? Parece que ante una mala conducta optamos por la solución rápida, el golpe, cuando existen otras formas de regañar o cambiar la conducta de un niño. ¿De verdad queremos que se porten bien por miedo al golpe? ¿Qué les estamos enseñando así? Sólo que algo que han hecho está mal, pero no saben qué exactamente, ni por qué está mal, ni cuál es la conducta adecuada que deben tener; con lo que es probable que vuelvan a repetir esa mala conducta.

Ahora es vuestro turno: reflexionad.   :)

https://www.youtube.com/watch?v=5JrtpCM4yMM








Espero que ayude. Y ya sabéis, si tenéis alguna duda o comentario, no dudéis en escribir en el espacio de comentarios o al correo! psicologiacreciendo@gmail.com


Higinia Fernández Peña
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